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domingo, 6 de octubre de 2013

por habernos sido...


Te acercabas a oscuras, para que el frío ardiera en respiraciones, medio cerrabas los labios y medio abrías los ojos; tu aliento acariciaba mi deseo. Mis manos torpes, pero decididas, fueron buscando atados: el placer ascendía, una prenda caía, luego ambos resbalamos y apartamos las almohadas, seguimos conversando con los besos… ya no eran mis manos, sino mis dedos, ya tu sabes que voy y de qué vengo, señalo, exploro, uno de unir gustos nuevos, al igual que tú, que tus manos, ese ir y venir de tus dedos y tus labios, empezó, y temblábamos, por la delicia, por todo este ritual de caricias… Nos movíamos; este, oeste, el norte era mutuo para cada sur de nosotros… Nos dimos la bienvenida, entra, entro, salgo, no tanto, fuerte, pero despacio, el frío se fue y nos quedamos, monosílabos, de costado, de frente, vino la corriente… nos hicimos por haber estado, por habernos sido; o hecho, ahora soy eres tú y estamos…

martes, 2 de abril de 2013

Hacerlo querer...


Me baso en el beso a partir de los suspiros, justo después de ese par de verbos; un recuerdo que no concordaba. Mucha niebla que poco nubla en escenarios para la introspección. No era una bienvenida y tampoco una despedida, fue quizás un escape al momento cuya voluntad no podía ser burbujeada, aún sabiéndose los pinchos de la realidad. Caminábamos portando las puertas para siempre creer en un abrir y cerrar, porque así lo quisiste y por eso así fuimos. Yo imaginaba y tú realizabas, eran ratos de retos. Todo se confundió al alentar los deseos ¿de quién era la voluntad si el tiempo no fue nuestro? Sales y celas, las pieles no están escritas. Me marcaste, todo por sacar del sueño a ese par de verbos: querer, y hacerlo…

domingo, 9 de diciembre de 2012

Papel arrugado


Fue cuando nos miraste que sentimos el ardor del miedo, ese temor de discutir sin argumentar. Fueron varios los insultos que elevaban el placer de herirnos, como si el desprecio evocara al deseo con ansias, como si la lástima sembrara semillas para copular. Gritaste, como un orgasmo, y así lo escribiste en sus ojos, y así lo describieron tus labios, te maldijo, y bien dicho. Fue bien mirar para el mal de ojo, para el morbo en sorbos; y se inevitó el sexo sin caricias para invitar. Fuerte fuiste, y fuimos; odiar un cuerpo que se macera en las aguas de la rabia, que brotan del paladar ansioso. Fue así como nos besaste y te mordiste para sucumbir mejor, para que te diera rabia convencerte, pues nunca a ambos aceptaste: mi tormento se calma a gritos gratos. Sólo tú puedes porque te disgusta, así siempre te ha gustado: un rato conmigo y un reto al halago: es así nuestro ego, contigo; y conmigo…


martes, 27 de noviembre de 2012

Momento


Has dejado salir al aliento que te delata, por estar a punto de mentir o porque estás por confesarte: seré recuerdo seré conciencia. He de poner mis labios con los tuyos, a fin de cuentas ya el suspiro se ha escapado. Cierras los ojos, no para imaginar si no más bien para dejarte guiar. Nos separamos, pero no por mucho, así que te beso de nuevo, se nos confunden el respirar y los rostros, ya somos algo más que labios y pactos. Se fueron el lugar y el tiempo, sólo quedamos atados: unidos por el placer de besarnos. Así empezamos a acariciarnos: a dedos, a bocas, marcando calor y dando color para sentir y también para sentar. Estamos inscribiéndonos en el otro. De ésta manera nos hacemos, nos tallamos y nos moldeamos a siluetas cálidas que prescinden de sus sombras. Tomamos la pausa y tememos del frío: volvemos a besarnos, volvemos a unirnos…




lunes, 1 de octubre de 2012

Una respuesta…




Hazme creer: para poder crear; que al recrearte, el recuerdo se hace arte para en un presente suspirar, porque presuntamente, en donde te toques, mis vocales han de ser consonantes. Ya sabes por qué no te explicas y te acaricias. Por eso sonríes con rabia y te molestas con alegría, con la nostalgia…



Inspirado por los invernaderos…

viernes, 17 de agosto de 2012

Ella, Usted o Tú (Nosotros)



Cada día la veo, entaconada, perfumada; bella: Ella. La mañana es ese ocaso invertido que en lugar de saludar, despide a la noche para promover las rutinas. Paso, peso, piso, poso y puso; sus gestos y mis pensamientos, el mundo que creo, de creer; no de crear: para hacerlo posible me toca soñar, soñarlo, darle ganas intrusas y darles la bienvenida, al fin y al cabo eso es un sueño al dormir, una especie de mezcla entre el deseo y la memoria de los sentidos, es el receso de la mente que uno pone a trabajar. Me quedo con los recuerdos no vividos, sentidos, sí, sentí dos, tres, y mil veces esos besos, esas caricias, esa sensación de mirada; mis sueños no tienen ojos, son para el despertar y sé que son los suyos. Te lo preguntarás quizás; quiso y pudo, será usted o tú, yo prefiero hablar de Ella, usted se me aleja de las letras. Un suspiro es una cápsula de aliento que se usa para ofrecer nombres al viento, como toda cápsula, tiene sus efectos: evocar, pero no es necesario, para eso viene una mañana, quisiera más bien un mañana: real y realizado, puede ser crítico, y ha de ser criticado también tan mal. Son así el soñar y el imaginar, a veces conviene, pero sin venir, en ocasiones conlleva y ni trae, es; lo sé…




miércoles, 27 de junio de 2012

Tribales y hadas…



El bar abrió y abría el paso a los espectadores ávidos de sonrisas falsas e impaciencia cierta. Las anfitrionas bailaban para el dinero y la pena y a la moral de las vergüenzas. El tiempo profesaba, enseñaba; dictaba verbos a los labios, a las piernas, a las caderas. Se atendían los cuerpos mientras lamentaban las mentes. Los sueños se perdían entre las copas y se dejaba el calor entre marcas de dedos y pintura de bocas secas. La música de músicos, la música sin músicos: las letras que recuerdan y las que no se deben recordar. La mayoría alegres, para eso pagaron y beben. Se anuncia el primer baile…

Contaba la gitana, por vestida y no por hablada, contaba y cantaba; con alegría, con agonía. El público la aclamaba, la manoseaba: era ese derecho adquirido por tragos recién comprados. Su cuerpo era arte y sus movimientos protestantes; se imponían la sensualidad y la rebeldía: siempre sedienta de un reto para restos que no dan sed.  La fantasía era el exceso de la realidad y a su nombre los sorbos; por eso aplaudían. Ella se escapaba y lo disfrutaba; la pena se disfruta aún más cuando se vive sin estrellas y cuando la luna se dibuja en techos de tabernas. Se anuncia el segundo baile…

Máscaras venecianas para ocultar algún gesto. Los pensamientos también bailaban y se salían de las siluetas; la noche es de las sombras: si hubiera, si fuera; pero por eso estoy aquí. La gitana detalló alguna lágrima que aun no se confesaba. En los pies descalzos se inicia la admiración de una mujer que te lleva la mirada a las alturas. ¡Salud, a sonreír! 





Saludos a las amigas de Paradisea Tribal

lunes, 30 de abril de 2012

Por aquí por allá…




Cae la tarde bajo edades del Sol, se saludan y se despiden las sombras y los reflejos. Sonríe una luna por verse desde el día y el día todavía no ha sido de la noche. Se anuncian algunas estrellas, el cielo cambia sus azules; nos toca prender las luces. Manos sobre palabras para no perder ideas, para que el orden se mantenga: toca una pausa para asimilar. Planes de hoy para mañana y deseos del mañana para hoy. Se juegan los tiempos mientras se pasa la página: nacen ganas de subrayar. Una cicatriz para el libro: esa necesidad de no olvidar. Las personas también tienen líneas que unos tachan y otros remarcan: algunos cuerpos han sido releídos. El gusto es íntimo y silencioso cuando la música es la única invitada a las ganas de escuchar. Siguen las manos sobre el texto. Un reloj, una hora: volvemos inevitablemente a evocar. Yo por aquí y tú por allá, buscando palabras mismas en libros distintos. Se mueven los labios pero es sólo la música. Deseos de hoy para el ayer y planes del ayer para hoy. La cama, la calma; las palmas: el alma. Nos despedimos sin saludarnos: tú por aquí y yo por allá…


miércoles, 11 de abril de 2012

Hay realidades qué llevarle a los sueños. Mañana amanecemos de nuevo…



La luz es cómplice por brindar oscuridad y sombras y así concederle siluetas al sentimiento y a la espera. Nos desesperamos y nos sonreímos los cuerpos. Tocar es arte y me permito el tocarte. Los labios se cuentan historias de ojos cerrados. Esperamos a la pausa y el aliento se adelanta. Hace calor de sábanas. Una tienda se establece y el placer aparece. Nos confesamos al instinto para que hable el silencio. Un te amo con pasión para pasiones que amamos. Un presente dulce y un presente recurrente. Nos ocurrimos, como siempre lo hacemos; como siempre al hacerlo. Hay realidades qué llevarle a los sueños. Mañana amanecemos de nuevo…


miércoles, 7 de marzo de 2012

Hoy nos cumplimos…



No se ha perdido la costumbre de conectarse con las anécdotas que el honor alberga en sus memorias, siempre es posible llevarse una servilleta, un portavaso, quizás el ticket de entrada; o sencillamente el sabor de los pasos que han andado por los recorridos. Hay palabras que sólo son nombradas cuando la rutina queda atrapada fuera del alma libre, ansiosa; curiosa, ávida de momentos por vivir y aromas por sentir. Una nueva aventura está por comenzar cuando un texto ha de publicarse, ya sea para quien lo lea o para quien lo escriba. Es así como el alegre recuerdo recuerda; así como yo recuerdo los besos de tus labios y los que mis labios te prometen. Hoy nos cumplimos…

jueves, 9 de febrero de 2012

En tus propias palabras…


Cambiábamos las horas pero no sé qué pasaba, siempre terminábamos con los relojes sincronizados. Sólo el Sol se niega a ceder su despedida a la espera,  al parecer sólo el Sol decide lo pronto y lo tardío de los días. Tú ponías las palabras al texto y yo encontraba contexto en mis sentimientos. Te acariciabas, lo sabía; así como sabías que suspiraba por cada beso que hiciste entrever. Estabas segura que iba a leerte a esa hora, y eso que volvimos a movernos el tiempo. Tú plasmabas momentos por vivir y yo clamaba tiempo para vivirlos. Así nos hicimos letras y lecturas, así empezaste a leerme en tus propias palabras…

Las palabras escritas también esconden algo al otro lado; tal vez una voz que las pronuncie o un suspiro que recuerde, tal vez este sentir que reflejas, tal vez sólo el reflejo de nuestras pretensiones. Una forma de comunicarnos el sentir y un sentir por el que nos hacemos silencio: de momentos a letras y deseos a tiempos…

martes, 13 de diciembre de 2011

épica dermis



A la ofrenda de la piel 
se entregan las manos, 
el viento es servicio 
a suspiros enviados. 
La ropa los trapos 
despojan despacio, 
el humo disfruto 
a ojos cerrados. 
No hay horas al tiempo 
momentos recuerdos, 
no basta el deseo 
de eso y de esto…
Verbos, 
contextos: 
sin texto y a sexo, 
contentos; 
no miento: 
tan sólo siento…
Escríbeme, 
revíveme; 
tú tienes los gestos. 
Un beso a dos bocas 
y a dos almas un sueño…